Punto de ebullición del agua. Cambio de estado.

1. ¿Qué vamos a hacer?

Vamos a comprobar como cada líquido se evapora a una temperatura diferente.

2. ¿Qué necesitamos?

  • Recipiente transparente de 600 ml para calentar agua de cristal
  • Calentador eléctrico de 220V y 900W
  • Termómetro de alcohol con graduación mayor de 100 grados
  • Cronometro
  • Plato de vidrio para tapar el recipiente

3. ¿Cómo lo hacemos?

3.1. Llenamos el recipiente por la mitad de su capacidad con agua del grifo.

3.2. Introducimos el calentador eléctrico en el recipiente con el agua y colocamos el termómetro también en el interior del recipiente.

3.3. Acto seguido encendemos el calentador a 110V. De este modo el agua se irá calentando poco a poco y así evitamos que alcance su punto de ebullición rápidamente.

3.4. Colocamos el plato de vidrio cubriendo el recipiente y empezamos a medir la temperatura cada minuto.

4. ¿Qué es lo que ha ocurrido?

Comprobaremos que al alcanzar el punto de ebullición, los 100º centígrados, la temperatura no aumenta hasta que no se haya convertido todo el líquido en gas, es decir, hasta que no se haya pasado de un estado a otro, hasta que no se haya producido un cambio de fase.

El punto de ebullición es característico de cada líquido, no depende del volumen empleado. En todo cambio de fase, el calor que le damos la sustancia no depende se invierte en el cambio de fase, dejando de aumentar la temperatura, mientras que si no hay cambio de fase el calor provoca que aumente la temperatura de la fase.

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